En nuestro andar por la vida, el apego a la familia es inversamente proporcional al apego a la sociedad fuera del núcleo familiar, sucede en grados diversos pero sucede. Habemos quienes a veces nos sentimos parados en medio de la nada, por momentos, por temporadas, en fechas o situaciones claves.
Y volteamos a ver a la gente que nos rodea y no sentimos encajar con ellos, y vemos lo que hemos logrado, lo que tenemos, lo que recibimos, lo que haremos en un futuro, y no le encontramos respuestas a tanta y tan súbita inestabilidad, y queremos poner forward a esa etapa para que pase rápido y nuestro equilibrio regrese. Los que saben de eso le llaman Crisis Existencial.
Después de ser deportado de un mundo de aparente felicidad a una franca situación de calle emocionalmente hablando, fui víctima de ese proceso al voltear atrás y haber perdido el "camino a casa".
Que demonios hago acá solo?? es lo primero que me pregunte...
Quien comparte mis gustos??
Hay mas gente como yo??? estoy solo en verdad??
Quienes nos preceden a mi y a los mios?? A quien le importo??
La esencia en verdad se perpetua? mi temperamento se debe a algo? el de los que vienen incluso sera en parte un recuerdo de mi paso por el mundo?
Y algo curioso me sucedió, sin quererlo ver antes así, los refuerzos van llegando poco a poco, y están preparándose para un día ocupar nuestros lugares, basándose en nuestra herencia y ejemplo, y digo: debo ser y estar mejor, por ellos y ellas, por los ajenos hoy, y por los mios en un futuro...
Encontrare a la pareja ideal, la que comparta mis gustos? la que verdaderamente quiera ponerse en sintonía con la música de mi existencia?? a la que mi ruidoso frenesí por la adrenalina le parezca el lugar de sus sueños?? Confío en que si, esperare como todos lo han hecho, con paciencia y mucha suerte a esa princesa de verdad que confié en mi manera de hacer las cosas....
Mientras tanto después de cada embate de la vida, regresare a reparar mis descomposturas al núcleo familiar, adonde nadie es uno sin antes ser para el otro por el simple hecho del amor fraternal, sin compromisos y sin el propósito de guardar apariencias.
Y después cae la tarde de ese nefasto día de angustia, de nostalgia, de melancolía, de anhelar lo que pudieron ser los tropiezos de no haber sido tan intensos, buscando algo útil de entre los escombros después de la tempestad.
Es ahí cuando me siento convencido de que una crisis existencial es tal vez el acontecimiento más bello e importante que puede experimentar una persona, nada menos que porque, si es adecuadamente resuelta, le permite otorgar un sentido a su existencia a través de la formulación y la ejecución de un proyecto vital, motivado por el orgullo y compromiso de ser alguien que ponga en alto el nombre de su familia, de sus motivos para vivir, o su propio nombre en si.
Vean a su alrededor, a sus viejos, a su familia, sus gestos, los pequeños que corren en las reuniones, y verán que no hay porque caer en crisis existenciales, somos tan parecidos y se nos parecen tanto.... Y si bien es cierto que somos tan solo un grano de arena en el desierto, sin nosotros ese desierto estaría incompleto.
Al menos es lo que pienso.......
Dr. Emmanuel Serna Noriega
